La rinoplastia realizada por un experto, difícilmente ocasiona complicaciones. Las cuales pueden ser hemorragias, infecciones, alteraciones de la cicatriz, etc. En algunos casos, es necesaria una pequeña corrección o intervención posterior. Esto se debe a la gran variedad de tejidos presentes en la nariz, cada uno de los cuales cicatriza de una manera determinada en cada individuo. Y también puede presentarse que el paciente golpee su nariz, evitando la correcta cicatrización o por un defecto en el tratamiento (hacer algo
que prohíba el médico y afecte la nariz).
Los injertos y la rinoplastia abierta añaden, a veces, algunas complicaciones y, por otra, las disminuyen. En la rinoplastia abierta las suturas bien emplazadas no suelen ser causa de alteraciones, pero mal posicionadas provocan defectos que exigen una nueva operación. Los injertos deben ser fijados adecuadamente y en algunos casos pueden provocar una retracción cicatricial. Pero, repito, en la mayoría de los casos, la cirugía sale bien.